domingo, 22 de julio de 2012

Crítica a 'El Caballero Oscuro: La Leyenda Renace'


Hace siete años, el talentoso cineasta Christopher Nolan (conocido en aquel momento por sus excelentes largometrajes independientes 'Following' y 'Memento', y ya habiendo colaborado con Warner Bros en 'Insomnio') llevó a cabo una proeza de dimensiones considerables: resucitar la saga 'Batman' (condenada al ostracismo después de la desastrosa 'Batman & Robin' de Joel Schumacher) y otorgarle una profundidad, una seriedad y un carácter épico que ni siquiera Tim Burton en sus dos encomiables películas ('Batman' y 'Batman Vuelve') logró darle al hombre murciélago. Asistimos a los orígenes y al bautizo de fuego de Bats en  la muy lograda 'Batman Begins' (cuya única pega era que el papel de Rachel Dawes cayese en manos de la blanda e inexpresiva Katie Holmes, y que la trama acabase derivando en un blockbuster un tanto convencional después de una hora y cuarto prácticamente basada en la profundización psicológica), y tres años más tarde tuvimos la oportunidad de ver hasta qué punto Nolan y su equipo sabían lo que hacían y tenían entre manos una joya: 'El Caballero Oscuro' no solo superó a 'Begins' y demostró que segundas partes sí pueden ser buenas, sino que elevó el listón hasta lo insospechado e influenció a gran parte del cine de superhéroes venidero. Su combinación entre cine de superhéroes, western contemporáneo, policíaco y cinta filosófica (además de dos magníficos villanos como lo son el Joker del difunto Heath Ledger y el Dos Caras de Aaron Eckhart, de un ritmo endiablado, de un guión calculado hasta el más mínimo detalle y de una puesta en escena trabajadísima) le valieron un éxito de crítica y de público casi unánime; y precisamente aquí es donde empiezan los problemas de 'El Caballero Oscuro: La Leyenda Renace'.

Para empezar, esta cinta muere por el hype que ha provocado tanto su predescesora como la espera previa a su estreno. Fuese lo buena que fuese, esta tercera entrega lo tendría crudo para igualar a la anterior entrega de la trilogía, tanto en cuanto a contenido como en lo cualitativo. Así pues, el bueno de Nolan opta por lo siguiente: hay que volver a los orígenes. Alejándose del componente de cine policíaco serio y adulto que tan bien funcionó en 'ECO', el cineasta regresa directamente a lo establecido y a las bases sentadas en 'Begins', aunque bebiendo directamente de la maravillosa novela gráfica 'El Regreso del Caballero Oscuro' de Frank Miller; primero vemos a un Bruce Wayne destrozado física y emocionalmente, recluido en la Mansión Wayne y aislado de la sociedad, intentando readaptarse al mundo mientras contempla como una nueva amenaza, personificada por el terrorista Bane, intenta sembrar el caos y adueñarse de Gotham. Esto supone el detonante para que Wayne (interpretado por un Christian Bale en estado de gracia) vuelva a adentrarse en el traje de murciélago y se enfrente a lo que acaba convirtiéndose en toda una revolución social que podría acabar con la existencia de Gotham City y de todo cuanto Wayne juró proteger junto con el Comisario Jim Gordon.


En primer lugar, ¿qué es esta película? Es un espectáculo palomitero sin parangón, especialmente a partir de la primera (y algo lenta) hora y cuarto de metraje; una vez sentadas todas las tramas y subtramas, y puestas las piezas en el tablero, Nolan se dedica a orquestar un apabullante crescendo de una hora y media de duración, tiempo en el que nos muestra la caída y el posterior ascenso de entre la oscuridad del hombre murciélago, cómo Bruce Wayne aprende a vivir alejándose de la sombra de su alter ego enmascarado (una interpretación muy distinta a la mostrada en la mayoría de cómics y de novelas gráficas de Batman, pero se acepta pulpo como animal de compañía) y cómo el hombre murciélago acaba convirtiéndose en el símbolo de que cualquiera puede ser un héroe. La dirección de Nolan vuelve a estar a la altura de las circunstancias (aunque visualmente esta cinta me ha parecido algo más plana y menos trabajada que 'ECO' u 'Origen'), las set pieces siguen siendo emocionantes y están rodadas con el pulso de un artesano/autor cada vez más seguro de su dominio de la puesta en escena, el guión combina distintos referentes con mucho acierto y logra hilar una trama sorprendentemente incisiva para tratarse de un blockbuster veraniego (toda la subtrama de la revolución social podría haber dado perfectamente para una miniserie de seis horas de duración), y, en definitiva, supone una digna conclusión a la trilogía del cineasta británico en la que la épica emocional asciende (rises) hasta llegar a un desenlace esperable pero no por ello menos efectivo (con un detalle final que sorprenderá a propios y a extraños, avisados quedáis).

¿Y qué no es 'El Caballero Oscuro: La Leyenda Renace'? Sintiéndolo mucho, no es una película redonda. De hecho, considero que pese a estar más trabajada en cuanto a guión y en cuanto a épica emocional, ni siquiera acaba de estar a la altura de 'Begins'. La razón es sencilla: en 'Begins', Nolan se esforzó por explicar el entrenamiento y los comienzos de Batman, por revelar la trama terrorista de Ra's Al Ghul y su Liga de las Sombras, y todo ello combinado con otros dos villanos (Carmine Falcone y Jonathan Crane "El Espantapájaros"), una subtrama de investigación policial y un clímax de órdago. Y lo consiguió en poco más de dos horas. Aquí, en cambio, tiene 164 minutos y sin embargo la trama y sus bifurcaciones acaban escapándosele un tanto de las manos, quedando agujeros de guión por resolver, subtramas abruptas o no resueltas con eficacia y ciertos personajes pobremente desarrollados, tal es el caso de un Bane al que Tom Hardy interpreta con mucha convicción pero que podría haber dado bastante más juego. En dos horas y media no me da tiempo a conectar emocionalmente con todos los personajes, a creerme todos los giros y, en resumen, a experimentar el film con la misma intensidad con la que experimenté 'ECO' en el cine. Además, no puedo evitar tener la molesta sensación de que la trama principal está resuelta con cierta pereza:  tal como ya hizo en su día 'Begins', se recurre de nuevo a un artefacto a medio camino entre el McGuffin y el Deus Ex Machina para cerrar la cinta y provocar el desenlace (que, repito, no deja de ser efectivo y emocionante) y aparece en el momento menos oportuno (en plena mitad del clímax) un giro final que no aporta demasiado a la trama, que reduce la importancia de determinado personaje a mero comparsa y que resulta apresurado en conjunto. Lástima, porque de haber pulido estos aspectos, habiendo tenido mayor modestia (querer explicar muchas cosas al mismo tiempo no implica mayor calidad cinematográfica) y habiendo cuidado más el tratamiento del tiempo y de las elipsis (nos saltamos meses en cuestión de segundos, obviando sucesos y detalles que podrían haber enriquecido el conjunto) estaríamos hablando de una obra maestra.


Pero todo esto da igual: con todos sus errores y sus cosillas mejorables, esta conclusión a la trilogía de Batman no solo me parece una película muy buena sino también un gran esfuerzo por parte de Christopher Nolan por reivindicar al Caballero Oscuro como uno de los mejores superhéroes de la historia, siendo esta trilogía su particular regalo a Batman para dignificarle de cara al gran público cinematográfico. Solo por esto, por el amor que desprende la película hacia su protagonista y el universo que le envuelve, y sobretodo por dar fin a una de las mejores sagas cinematográficas de la historia reciente del cine (una saga cuyo éxito comercial y de crítica ha permitido que otras cintas superheroicas más adultas y arriesgadas como 'Watchmen' o 'Man of Steel' -todavía por estrenar- vean la luz del día), 'El Caballero Oscuro: La Leyenda Renace' me parece una cinta de visionado muy recomendable en cine, a poder en V.O.S.E.. Tendréis que armaros de paciencia y perdonarle más errores que a 'El Caballero Oscuro', pero el viaje y su destino bien lo valen.

Valoración global de la trilogía

Batman Begins - Notable Alto (8.5/10)
El Caballero Oscuro - Excelente (9.5/10)
El Caballero Oscuro: La Leyenda Renace - Notable (8/10)

No hay comentarios: