Jesús Monllaó
Plana, nacido en Tarragona en 1967, ha sido y es un soñador incansable desde
que comenzó a tener uso de razón. Licenciado en Filología Anglogermánica y con
una amplia experiencia como profesor en centros como L’Estonnac-L’Ensenyança de
Tarragona, el IED Barcelona o la Universitat Autònoma de Barcelona, ha
compaginado estas y otras actividades con su sueño: hacer cine. Así pues, nos
hallamos ante un creador -entre cuyas obras figuran multipremiados cortometrajes
como 'La Mirada Oblicua' (2000), 'Glòria' (2002) o 'El Legado' (2004, incluido en la colección Los Mejores Cortos del Cine Español 2006)- que ha tenido la oportunidad de dirigir
recientemente su primer largometraje, 'Hijo de Caín', con actores de primera
categoría y un gran equipo humano respaldándole.
David Hidalgo: En primer lugar, ¿podrías
explicarme cómo surgió tu vocación de cineasta?
Jesús Monllaó: Pues fue una especie de accidente. Yo iba para profesor universitario, me estaba formando en un Master en Estudios Postcoloniales en
Kent (Reino Unido) cuando descubrí que me gustaría más contar mis propias
historias que criticar las de otros.
DH: Tengo entendido que pasaste un
tiempo en Londres. ¿Qué diferencias encontraste entre cómo funciona España y
cómo funciona el Reino Unido, tanto en lo cultural, económico y laboral como en
lo cinematográfico?
JM: En Londres realicé incursiones estudiantiles y profesionales. En
aquél entonces yo era un cortometrajista kamikaze,
y me sentí tan desprotegido allí como aquí. No conozco cómo funciona el mundo
profesional del cine allí, ya que no lo viví, pero a tenor de algunas pelis,
mal del todo no lo deben hacer, ¿no?
DH: ¿Qué podrías decirnos sobre la
situación actual del cine español? ¿Crees que hay salida?
JM: Pues claro. A la gente le encanta que les contemos historias.
Contémoslas bien… Las películas se ruedan incluso durante las guerras, no hay
excusa para no seguir haciendo cine.
DH: Habiendo dirigido tu primer
largometraje, 'Hijo de Caín', ¿cómo te
sientes al haber conseguido semejante hazaña?
JM: ¿Hazaña? Bueno, el cine tiene algo de épico en sí mismo, de
heroicidad, es cierto… Pero ahora que mi película está “en la lata”, como suele
decirse, de lo que tengo realmente ganas es de enfrentarme a una nueva
historia. Me siento exhausto pero contento con el resultado.
DH: ¿Podrías compartirnos con
nosotros qué te pareció la experiencia de trabajar con profesionales
consagrados como José Coronado o Julio Manrique?
JM: Estos actores me han hecho sentir que valgo para esto, que he sido
capaz de comunicarme con ellos a muchos niveles. Me siento orgulloso de que
hayan confiado en mí y de que hayan puesto su imagen y su prestigio a mis
órdenes. Se han puesto en mis manos y yo he procurado corresponder haciendo que
sus interpretaciones “luzcan”.
DH: ¿Y qué se siente al tener la
oportunidad de rodar tu primera película en tu propia “casa”, en Tarragona?
JM: Pues una sensación de haber cerrado el círculo. Aquí empecé con mis
cortos y aquí he terminado mi primer largo. Siento que ahora se abre ante mí un
mundo de posibilidades que abarca, literalmente, el mundo. Me siento muy
orgulloso del resultado de la película y espero que Tarragona note el amor que
he puesto en ella.
DH: Sé de buena tinta que tu cinta
contó con el apoyo de la Tarragona Film Office a la hora de buscar
localizaciones y de difundir mediáticamente la película, ¿en qué medida
colaboraron con vosotros?
JM: En la medida que colaboran los locos convencidos, en todo. Han sido
resolutivos, eficientes, empáticos y sobre todo, generosos en su acercamiento
profesional al film.
DH: ¿Crees que Tarragona y las
instituciones públicas fomentan suficiente la creación artística y la
producción cultural en esta ciudad/provincia?
JM: Bueno, ahora mismo esta pregunta tiene truco. Con la gente siendo desahuciada
y los niveles de paro por las nubes parece una frivolidad hablar de ayudas a la
cultura. Pero sin la presencia del debate que la cultura genera suceden
precisamente cosas como las que estamos viviendo, el resquebrajamiento de los
fundamentos éticos de una sociedad que nos ha llevado al pozo en el que estamos
sumidos. Hay muchas cosas que nos pueden salvar de toda esta gran estafa, y la
cultura es una de ellas.
DH: A nivel estrictamente
personal… ¿Quién es Jesús Monllaó, no el cineasta, sino el hombre?
JM: Jesús Monllaó, el hombre, es un ser asustado que en su miedo a
desaparecer se lanza a vivir cada minuto como si fuera el último, ama con todas
sus fuerzas y se come la vida a dentelladas.
DH: Y, ya por último, ¿qué
aconsejarías a los futuros cineastas de cara a sus proyectos actuales o de
mañana?
JM: Que busquen dentro de sí mismos antes de explorar lo que les rodea,
que tengan los arrestos de hacerse esas preguntas que pocos se atreven a
formularse y que, si aún les quedan fuerzas, traten de contestarlas… sólo
siendo honestos consigo mismos serán capaces de ser honestos con los demás y
generar proyectos que les diferencien.
D.H.: ¡Muchísimas gracias por tu tiempo y por tu amabilidad, Jesús! ¡Te deseo la mejor de las suertes para el estreno de tu película, una película que por cierto no me perderé en cuanto salga en los cines!
JM: Gracias a ti por hacer piña con el proyecto. ¡Un abrazo!
(Y como extra a esta entrevista, os dejo con un vídeo de José Coronado hablando sobre 'Hijo de Caín'.)
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