Cojonudo, sí señor. Ya está el Señor Zapatero diciéndonos lo que tenemos que comprar y lo que no. ¿De qué manera? Pues a través de una excelsa campaña pamfletopropagandística, salida de la mente privilegiada de parvulario, que lleva el más que elocuente título "COMPRA CON CRITERIO". Veamos, pues, qué pautas nos marcan... quiero decir, qué consejos nos dan [asaz amables] las buenas personas que rigen el Ministerio de Sanidad y Consumo, a través de su Departamento de Marketing:
> Fíjate un presupuesto
> Haz lista de compras
> Compra sin prisas
> Lee las etiquetas
> Compara precios
> Elige juguetes adecuados
> No abuses de la tarjeta
> Conserva tus tickets
> En caso de conflicto acude al Sistema Arbitral de Consumo
> En Internet compra en sitios seguros
¿¡Qué!? ¿Acaso nos hemos vuelto o locos o qué? ¿Desde cuándo cree la Administración PSOE que tiene potestad alguna para ejercer su influencia en la vida cotidiana del respetable, propaganda chusta mediante? ¿¡Acaso la recesión nos ha llevado [cual clones de pacotilla de Marty McFly] de vuelta a los tiempos de Stalin, en los cuales la propaganda se dedicaba a recordar la miseria imperante en el país y a alentar a la gente a vivir de forma monacal para paliar los efectos de dicha miseria!?
¿No se suponía que el Partido Socialista Obrero Español [pese a que de Obrero tiene muy poco] tiene, dentro de su ideología, ayudar al trabajador día a día para que su vida sea, quizás no más fácil, pero al menos un poco más llevadera? No estoy viendo dicho interés en mejorar la situación del obrero; ¡para nada! Solo veo a un gobierno totalmente abúlico en la gestión previa de la crisis [¡En tiempos de recesión no puede uno dormirse en los laureles, Sr. Presidente!] que siempre negó categóricamente que la recesión fuera a llegar algún día; solo veo a un líder del Estado pequeño y débil, con ansías de poder y notoriedad, suplicando miserablemente una silla en el G-20 [a la historia pasará el ya clásico "Te daré todo lo que me pidas si estoy en la reunión", paradigma de la súplica más rastrera] para poder demostrar lo gallito que es y alardear del poco poder y crédito que aún no ha perdido; en resumen, y sin explayarme más, solo veo una Administración lamentable que encima tiene los cojones necesarios para decirnos -campaña infecta mediante-, lo que tenemos y lo que no tenemos que hacer.
Olé esa cara, ZP, olé. Olé por decir al ciudadano medio -el que más padece la crisis, el que las pasa canutas para poner un plato en su mesa, el que trabaja aterrorizado, con un pánico constante a ser despedido- que tiene que ¡¿"Comprar con criterio?!". No, si al final acabará usted diciendo que la culpa de la crisis la tiene la gente de a pie por gastar demasiado. Ya puestos... Pero le diré una cosa desde mi modesto blog [única herramienta de la que dispongo para disparar (verbalmente) contra los nefastos políticos (tanto de izquierda como de centro, sin dejar de lado a la derecha, tanto moderados como extremistas) que tenemos en este país], Señor Presidente: usted quizás no tendrá la culpa de la crisis en si (sí de no haber tomado medidas para prevenir sus devastadores efectos, pero no de la crisis), pero le considero culpable de no haber cambiado absolutamente nada [¡Tanto daría que hubiese gobernado Mariano "Miliki" Rajoy!], de haber traicionado categóricamente al pueblo que ingenuamente le votó dos veces [Claro, es que si no "Ellos volvían". ¡Falacia power!], de haberse centrado en difundir una cutreideología izquierdista de todo a cien en lugar de en solucionar algunas problemáticas clave en nuestro país, de incumplir totalmente el objetivo primario con el que Pablo Iglesias fundase el partido [cuestionables eran sus métodos, pero ello no quita que la misión del PSOE en sus inicios no fuera destacable], de traicionar totalmente los ideales que defendía. Felipe González, pese a algunos errores y medidas quizás no del todo acertadas (y la corrupción que envolvía a su entorno), nos echó un gran cable en la fase final de la Transición; ¿qué nos ha dado usted hasta ahora, señor José Luis Rodríguez Zapatero? Pregúnteselo, por favor.
Olé esa cara, ZP, olé. Olé por decir al ciudadano medio -el que más padece la crisis, el que las pasa canutas para poner un plato en su mesa, el que trabaja aterrorizado, con un pánico constante a ser despedido- que tiene que ¡¿"Comprar con criterio?!". No, si al final acabará usted diciendo que la culpa de la crisis la tiene la gente de a pie por gastar demasiado. Ya puestos... Pero le diré una cosa desde mi modesto blog [única herramienta de la que dispongo para disparar (verbalmente) contra los nefastos políticos (tanto de izquierda como de centro, sin dejar de lado a la derecha, tanto moderados como extremistas) que tenemos en este país], Señor Presidente: usted quizás no tendrá la culpa de la crisis en si (sí de no haber tomado medidas para prevenir sus devastadores efectos, pero no de la crisis), pero le considero culpable de no haber cambiado absolutamente nada [¡Tanto daría que hubiese gobernado Mariano "Miliki" Rajoy!], de haber traicionado categóricamente al pueblo que ingenuamente le votó dos veces [Claro, es que si no "Ellos volvían". ¡Falacia power!], de haberse centrado en difundir una cutreideología izquierdista de todo a cien en lugar de en solucionar algunas problemáticas clave en nuestro país, de incumplir totalmente el objetivo primario con el que Pablo Iglesias fundase el partido [cuestionables eran sus métodos, pero ello no quita que la misión del PSOE en sus inicios no fuera destacable], de traicionar totalmente los ideales que defendía. Felipe González, pese a algunos errores y medidas quizás no del todo acertadas (y la corrupción que envolvía a su entorno), nos echó un gran cable en la fase final de la Transición; ¿qué nos ha dado usted hasta ahora, señor José Luis Rodríguez Zapatero? Pregúnteselo, por favor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario