Lo volvieron a hacer. Volvieron a demostrar su total y absoluta falta de compromiso político alguno. Nos volvieron a demostrar que su "supuesta" causa no es tal, si no solamente un burdo pseudointento de autojustificación patética, una excusa para matar por matar. ¿Qué mal podría haber cometido el señor Uría Mendizábal [71 años], empresario dueño de la empresa Altuna & Uría [que había sido amenazada por ETA], para merecer ser finado de semejante (¡Y terrible!) forma? Dudo mucho que el señor Mendizábal [En Paz Descanse] mereciera un final como ese a manos de unos soberanos hijos de la grandiosa puta, pero que no se preocupen sus asesinos: quedaos con la conciencia tranquila, dormid bien esta noche [Anoche lo hicisteis, ¿verdad?], puesto que claro, "lo hacíais por el bien del País Vasco", ¿no es cierto?
Pues os diré, señores etarras, que no he visto aún ningún cambio en vuestra autonomía a nivel legal o político, ni veo que vosotros, con vuestras armas y vuestra pseudoideología de todo a cien hayáis conseguido cambiar las cosas. Lleváis años así, y no conseguís nada por la fuerza. ¿No os dice eso nada? No, está clarísimo que no, ya que seguís "erre que erre", disparando cuando no podéis defender vuestros argumentos con la palabra, asesinando a cualquiera que os lleve la contraria. "No me gusta lo que usted dice, señor, pero defenderé hasta la muerte su derecho a decirlo". Es una maravillosa cita de Jean Marie Arouet Voltaire. ¿Os suena? Teniendo en cuenta actos como éste último, me temo que no.
Con este asesinato sí habéis logrado algo: incluso el lehendakari Juan José Ibarretxe [político un tanto discutible y bastante más que polémico] os ha dado (al menos de cara a la galería) la espalda. Incluso se está planteando en el Gobierno diversas maneras legales de disolver Acción Nacionalista Vasca (ANV). Otra cosa es que se cumpla o no, pero ahí está la intención. Pero lo más destacable es que, por un momento [sentido momento, por cierto, gracias a vuestra despreciable acción], izquierda y derecha se unió para dar su pésame a la familia y mostrar su rechazo total hacia este incidente y quienes lo han perpetrado.
Os hemos dado la espalda. Nuestro rechazo es unánime. Os habéis vuelto a pasar de la raya. Ojalá no os pasen ni una más. Este pequeño artículo va dirigido a todos vosotros. Muchas gracias. Gracias por volvernos a demostrar que no tenéis límites. En definitiva, que no tenéis corazón. Ni piedad. Me despido de vosotros, [repito] hijos de puta, con un sonoro agur.
Pues os diré, señores etarras, que no he visto aún ningún cambio en vuestra autonomía a nivel legal o político, ni veo que vosotros, con vuestras armas y vuestra pseudoideología de todo a cien hayáis conseguido cambiar las cosas. Lleváis años así, y no conseguís nada por la fuerza. ¿No os dice eso nada? No, está clarísimo que no, ya que seguís "erre que erre", disparando cuando no podéis defender vuestros argumentos con la palabra, asesinando a cualquiera que os lleve la contraria. "No me gusta lo que usted dice, señor, pero defenderé hasta la muerte su derecho a decirlo". Es una maravillosa cita de Jean Marie Arouet Voltaire. ¿Os suena? Teniendo en cuenta actos como éste último, me temo que no.
Con este asesinato sí habéis logrado algo: incluso el lehendakari Juan José Ibarretxe [político un tanto discutible y bastante más que polémico] os ha dado (al menos de cara a la galería) la espalda. Incluso se está planteando en el Gobierno diversas maneras legales de disolver Acción Nacionalista Vasca (ANV). Otra cosa es que se cumpla o no, pero ahí está la intención. Pero lo más destacable es que, por un momento [sentido momento, por cierto, gracias a vuestra despreciable acción], izquierda y derecha se unió para dar su pésame a la familia y mostrar su rechazo total hacia este incidente y quienes lo han perpetrado.
Os hemos dado la espalda. Nuestro rechazo es unánime. Os habéis vuelto a pasar de la raya. Ojalá no os pasen ni una más. Este pequeño artículo va dirigido a todos vosotros. Muchas gracias. Gracias por volvernos a demostrar que no tenéis límites. En definitiva, que no tenéis corazón. Ni piedad. Me despido de vosotros, [repito] hijos de puta, con un sonoro agur.
No hay comentarios:
Publicar un comentario